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La exposición a los rayos solares, si bien tiene incuestionables efectos beneficiosos para la salud, es una práctica no exenta de riesgos, por lo que debe hacerse con moderación y adoptando las medidas de protección adecuadas. Las radiaciones solares están formadas por un espectro continuo de emisiones energéticas de diversas longitudes de onda y cada una de ellas tiene sus propias características físicas, una determinada energía asociada, una capacidad de penetración, etc. y, como resultado de todo ello, son capaces de producir un determinado efecto cuando inciden sobre la piel.
Utilizar protección contra los rayos UVB/UVA es imprescindible para mantener una piel protegida y sana, ya que la radiación puede dañar la piel incluso en invierno o en días nublados, favoreciendo el envejecimiento prematuro, la aparición de manchas o problemas de piel severos.
Partiendo de aquí entendemos que el protector solar es inherentemente antienvejecimiento, ya que el sol es la principal causa de envejecimiento prematuro, por lo tanto, puede ralentizar o prevenir temporalmente el desarrollo de arrugas, manchas oscuras y flacidez de la piel.
Por lo tanto la exposición al sol sin la correcta protección puede generar manchas en tu piel. Las pantallas solares protege las proteínas de la piel como la queratina, la elastina y el colágeno, necesarias para mantener la piel sana y lisa. El paso del tiempo es inevitable, pero con un cuidado adecuado podemos mitigar los efectos adversos que causa el sol en la piel.
Si quieres saber más te dejo un enlace científico para que lo revises:
https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-fotoproteccion-factores-proteccion-filtros-solares-13120520
AHORA QUE SABES ESTO, NO LO OLVIDES: BLOQUEADOR SOLAR MÍNIMO 2 VECES AL DÍA
